Carril bici. Es un carril, como muy bien expresa su nombre, destinado a la circulación de bicicletas. Este suele ser de color verde o en su defecto rojizo, delimitado por dos líneas paralelas blancas. Hasta aquí todo perfecto.
¡Pues me cago en el carril bici que hay en mi pueblo!
Parecen tramos puestos a voleo por la ciudad, que aparecen y desaparecen como por arte de magia. Hay carriles de puta madre que incluso son de otro material al de las baldosas de la acera, están pintados de verde (un color que no cansa la vista) incluso tienen sus dibujos de bicicletas y de flechas apuntando en ambos sentidos. Por otro lado están los que solo tienen las dos líneas blancas que delimitan el carril (se lo han currao). Pero hay algo común en todos ellos y es que desaparecen y vuelven a aparecer unos metros más adelante ¡pero muchos metros más! Encima pueden aparecer en sitios inesperados sin seguir ningún patrón lo cual te deja un tanto confuso sobre que dirección seguir para hacer el camino más correcto. Digo correcto porque al parecer si no vas por el carril bici eres una especie de delincuente, perdiendo el mínimo respeto que merece cada individuo. Pero es que para ellos ya no eres individuo eres mitad hombre mitad maquina, así que los coches tampoco te respetan. Te agobian pegándose a tu culo haciendo amagos de adelantarte poniendo en riesgo tú vida con cada intento, eso cuando no te adelantan a toda velocidad medio rozándote a ti y al coche que venía de frente. Encima tú por no parecer descortés intentas pedalear con más fuerza para hacer su espera menos estresante a costa de acabar por el suelo sin aire. Y la cosa se complica cuando sales de un semáforo, intentas salir todo lo rápido que puedes, ellos pisan embrague, ponen primera, pisan acelerador, sueltan embrague y ya. Tú te quedas con la marcha con la que te has parado, normalmente bastante alta y cuando el semáforo se pone en verde intentas pedalear y al jodido pedal le cuesta bajar lo que no esta escrito, encima eres el primero de una fila de coches llenos de conductores sedientos de sangre, pidiendo tu cabeza de almuerzo por haberles hecho perder medio minuto de sus ‘como quieras llamarlas’ vidas.
En definitiva, si vas por la carretera corres el riesgo de morir atropellado y si vas por la acera deberías estar entre rejas por lo que tú deber es ir siempre por el carril bici, ese que aparece y desaparece como por arte de magia y el mismo que, no se porque razón, utiliza todo el mundo para pegarse un paseo o salir a correr. No lo entiendo, con la cantidad de acera que hay y tienen que ir justo por el carril bici y encima a algunos parece que les cueste apartarse aun viéndote venir de lejos, eso si no te toca apartarte a ti. Y lo mejor es que en el caso de apartarse, cuando cruzas se vuelven a poner. A su bola.
En conclusión, más vale que tú bicicleta sea como la de la foto, sino serás susceptible de ser atropellado, despreciado e ignorado por peatones y conductores y otros ciclistas (los peores de todos). XD
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Pablo Rizo.