lunes, 10 de noviembre de 2008

JIMI HENDRIX II


En una entrevista hecha en televisión le preguntaron que se sentía al ser considerado el mejor guitarrista del mundo. A lo que él respondió que eso no era así, en todo caso sería el mejor guitarrista que estaba sentado en la silla en este momento.
Según dicen era una persona tímida y muy reservada, 'Parecía que llevaba el peso del mundo sobre sus hombros' según palabras de una conocida.
También le preguntaron cuantas crisis nerviosas había sufrido desde que estaba en el mundo de la música a lo que respondió que dos. Y es que con solo dos temas ya empezaron a hacer giras.
Para aguantar tanta presión y seguir dandolo todo en el escenario, comenzó a tomar drogas y poco a poco se fue convirtiendo en un adicto. Su vida nunca fue de color de rosas y cada vez iba a peor hasta que un día a la edad de 27 años murió y se convirtió en leyenda...

27 es un número un tanto especial. El famoso guitarrista de blues Robert Johnson (considerado uno de los más grandes e inspiradores de este estilo) era conocido por su gran destreza sobre las seis cuerdas. Según él, tocaba tan bien porque un día en un cruce de caminos hizo un pacto con el diablo. Al parecer su vida tampoco fuen un cuento de hadas. La leyenda dice que un día un marido celoso le ofreció whisky envenenado al enterarse que le engañaba con su mujer. Tardó varios dias en morir. Murió a la edad de 27 años. Robert Johnson esta considerado una leyenda del blues.

Jim Morrison, Janis Joplin, Kurt Kobain y no se si me olvido de alguno más tuvieron una vida llena de infortunios y todos ellos murieron a la edad de 27 años y todos ellos se convirtieron en leyendas.

Quizás todos ellos hicieron un pacto con el diablo o simplemente nos encantan las historias tragicas. Tanto, que nunca olvidamos a sus protagonistas y nos apiadamos de ellos ensalzandolos hasta darles el titulo de dioses a los que hay que venerar.
Los idealizamos y nos olvidamos de que eran seres humanos con sus defectos y virtudes que tuvieron la desgraciada suerte de no vivir la vida.
Y creo que tengo razón al decir esto. No fueron capaces de vivir lo que ocurría a su alrededor, lo que nosotros vemos como una manera de vivir la vida al maximo para ellos era algo vacio, no le encontraron sentido. Lo tenían todo y la vez no tenían absolutamente nada.

Quizás este sea el precio para convertirse en leyenda...
De que les sirvió?
...

Pablo Rizo.

1 comentario:

Aresti dijo...

No lo había llegado a leer entero pero... ¡Chapó! No tengo más palabras.

Nosotros envidiamos sus vidas, ansiamos sus logros. ¿A quién no le gustaría tocar como Jimi Hendrix? Y nosotros también haríamos un pacto con el diablo si nos fuera posible. Pero eso son solo sueños, el hecho de imaginarlo, creerlo y admirarlo lo hace genial y mágico. Vivirlo lo hace mágico en su comienzo, no en su final. Lástima que nunca vayamos a saber la verdad.

Gran entrada.